Expectativas fundamentales y Código de conducta

En Nike creemos que aunque no hay una línea de llegada, hay una línea de partida clara. El Código Nike y el CLS establecen los estándares mínimos que esperamos de las instalaciones. Estos estándares mínimos forman parte integral de las estrategias de proveedores de Nike, es decir, son el punto de referencia para evaluar el desempeño base y determinar con qué proveedores seguiremos trabajando a medida que crece nuestro negocio. Trabajamos con proveedores que comparten nuestro enfoque en el bienestar de los trabajadores, usan los recursos naturales de manera responsable y eficiente, gestionan sus empresas de forma responsable y sustentable, y buscan ir más allá de los estándares mínimos.

Nuestra expectativa es que todas las instalaciones respeten los derechos de los trabajadores y promuevan su bienestar, con énfasis en las personas con vulnerabilidades únicas, como las mujeres, los inmigrantes y los trabajadores temporales. Para comprender y gestionar los riesgos relacionados con los derechos humanos, Nike se guía por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo, los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos, y las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales. También esperamos que los proveedores se enfoquen en áreas como la reducción de emisiones, la eliminación de residuos y la protección de los recursos naturales. Como parte de la estrategia de crecimiento de Nike, buscamos instalaciones donde se adopten sistemas de gestión ágiles y resilientes que les permitan crecer de forma sustentable, cultivar una fuerza laboral comprometida y valorada, promover una cultura en la que prime la seguridad, y minimizar su impacto en el medioambiente.

Nike reconoce que las relaciones basadas en la claridad y el respeto mutuo son esenciales para lograr nuestra visión de una cadena de suministro más resiliente y responsable. Esta visión requiere que haya colaboración y acciones conjuntas con las instalaciones, otras marcas y todas las partes interesadas dentro de la cadena de suministro global compartida. Seguiremos apoyando a las instalaciones a la vez que trabajamos con la sociedad civil, los sindicatos, los gobiernos y demás entidades para cambiar radicalmente las condiciones de trabajo, salud, seguridad y ambientales en las comunidades donde operan.

Nike codirigió el desarrollo de la Guía para la gestión de aguas residuales de Zero Discharge of Hazardous Chemicals (ZDHC), una iniciativa conjunta de todas las marcas miembro de la Fundación ZDHC para reducir el vertido de aguas residuales. Gracias al poder de la acción colectiva, es válido que todas las marcas miembro de la ZDHC se sometan a una sola prueba de aguas residuales de conformidad con la Guía para la gestión de aguas residuales.

El Código de NIKE  establece las bases de nuestra estrategia con respecto a las sustancias químicas. Conforme a este código, todos los proveedores deben manejar debidamente las sustancias químicas y crear estrategias que ayuden a cumplir los requisitos establecidos en nuestra Lista de sustancias restringidas (RSL) y en la Lista de sustancias restringidas en procesos de fabricación (MRSL) de la ZDHC. Continuamos apoyando y promoviendo el desarrollo de herramientas, programas de capacitación y pautas transparentes en el sector a través del trabajo conjunto con grupos como el colectivo Apparel and Footwear International RSL Management (AFIRM) y la fundación ZDHC. Juntos, estos programas nos encaminan hacia nuestro objetivo de eliminar por completo el vertido de sustancias químicas peligrosas.

Todos los posibles nuevos proveedores de productos terminados de nivel 1 están sujetos al nuevo proceso de aprobación de fuentes de abastecimiento. Los proveedores deben recibir una calificación de bronce (nuestro estándar mínimo) antes de iniciar la producción en serie.

Actualmente recurrimos a evaluaciones reconocidas de la industria para monitorear el cumplimiento en las instalaciones. Estamos haciendo el cambio y alejándonos de las evaluaciones patentadas para minimizar la fatiga de auditoría en las instalaciones. El Programa de convergencia social y laboral (SCLP, por sus siglas en inglés) es una iniciativa pionera que busca desarrollar una forma sencilla, unificada y efectiva de evaluar, a nivel de toda la industria, las condiciones de trabajo, salud y seguridad de las instalaciones con el objetivo de sustituir las actuales herramientas patentadas de auditoría que utiliza cada marca individualmente. En las instalaciones donde se trabaja con diferentes marcas, este programa ayudará a reducir la cantidad de auditorías, aumentar la eficiencia del sector, reducir los costos asociados a las auditorías y permitirá que las organizaciones participantes inviertan los recursos que antes destinaban a las auditorías de cumplimiento en mejorar las condiciones sociales y laborales. Además, constituye un paso más hacia un enfoque más colaborativo que permita abordar los riesgos y las oportunidades del sector. Esto es similar al enfoque de Cascale y el Módulo Ambiental de Instalaciones Higg (Higg FEM), que es una herramienta convergente de la industria para evaluar el desempeño ambiental. Nike acepta tanto evaluaciones del SLCP verificadas como evaluaciones del Higg FEM verificadas, así como pruebas de aguas residuales ZDHC. También somos miembros del programa Better Work y aceptamos sus auditorías.

Llevamos a cabo auditorías internas y externas (mediante terceros) de todos los proveedores de productos terminados de nivel 1, los proveedores de materiales de nivel 2, las instalaciones de Air Manufacturing Innovation y los centros de distribución con el objetivo de evaluar el cumplimiento con los requisitos de Nike y las leyes aplicables. Hasta la fecha, hemos llevado a cabo evaluaciones del sector de todas las instalaciones pertinentes dentro del alcance. También seguimos enfocados en áreas de riesgo específicas mediante auditorías de instalaciones sin previo aviso.

Divulgamos públicamente las instalaciones de fabricación en nuestro Mapa de producción de NIKE, un mapa interactivo de instalaciones que se publicó por primera vez en 2005 y que se actualiza mensualmente.

Nike se toma muy en serio el incumplimiento. Si identificamos un caso de incumplimiento de nuestro Código o del CLS en alguna instalación, inscribimos dicha instalación en nuestro Programa de corrección dirigida, el cual ha resuelto instancias de incumplimiento de manera exitosa. Si una instalación no subsana los problemas identificados durante una evaluación, auditoría o investigación motivada por una acusación de conformidad con los requisitos de Nike, se expone a ser investigada y sancionada, e incluso a que rescindamos nuestro contrato.

En caso de que se ponga fin a la relación con una instalación existente como resultado de un desempeño de sostenibilidad deficiente u otros motivos, Nike dará inicio a su proceso de salida responsable. Este proceso incluye una evaluación de los riesgos para Nike, los trabajadores, la comunidad local y el medioambiente asociados a la desinversión.

También incluye una reducción paulatina de los pedidos de producción para crear el menor impacto posible en la empresa y los trabajadores. En situaciones de alto riesgo, se reúnen grupos de trabajo compuestos por diferentes partes interesadas para desarrollar y supervisar un plan de salida que ayude a gestionar los riesgos asociados a la desinversión.