• Personas

Steve Prefontaine y los primeros pasos de Nike

  • 21/3/2024

En 1973, 2 años después del nacimiento de la marca Nike y de la aparición de las zapatillas con Swoosh, la empresa emergente fichó a su primer runner estrella. Este gran atleta de Oregón tenía múltiples récords estadounidenses en distancia, había participado en la competición de Múnich de 1972 y había salido en la portada de "Sports Illustrated" como "el prodigio imperecedero de EE. UU.".

Ese prodigio se llamaba Steve Prefontaine, quien, a sus 22 años, era el atleta más famoso en Estados Unidos. Tenía una determinación de acero y corría en cada carrera como si su vida dependiera de ello. Su espíritu competitivo, sus valientes estrategias en carrera y su carisma innato conquistaron al público e inspiraron a las siguientes generaciones de runners a seguir con el deporte y rendir al máximo. 

"Algunas personas crean con palabras, música o un pincel y pinturas. Yo prefiero hacer algo bonito cuando corro. Me gusta hacer que la gente se pare y diga que nunca había visto a nadie correr así".

Steve Prefontaine
Black and white photo of Steve Prefontaine running on the track at Hayward Field at University of Oregon, Eugene, OR.  Pre wears an Oregon running singlet with dark running shorts and looks down the track as he pumps his arms during a race.
El camino hacia la grandeza

A los 15 años, cuando competía para el instituto Marshfield de Coos Bay (Oregón, EE. UU.), Prefontaine logró su primer récord nacional al terminar la carrera de 3 km en un tiempo de 8:41.5. Ganó varios campeonatos consecutivos de campo a través entre 1968 y 1969, y permaneció imbatible durante sus 2 últimos años de instituto. Aunque las universidades con los mejores programas de running quisieron ficharle en el último curso, a Prefontaine le acabó convenciendo una nota escrita a mano de Bill Bowerman, el entrenador principal de la Universidad de Oregón. "Decía que, si iba a Oregón, me convertiría en el mejor corredor de fondo de la historia", recordaba Prefontaine. "Eso era lo único que necesitaba saber".

Aunque las universidades con los mejores programas de running quisieron ficharle en el último curso, a Prefontaine (izquierda) le acabó convenciendo una nota escrita a mano de Bill Bowerman (derecha), el entrenador principal de la Universidad de Oregón.

A partir de 1969 se puso bajo la tutela de Bowerman y su entrenador adjunto Bill Dellinger en Oregón, y ganó 7 títulos de la NCAA: 3 de campo a través, en el 70, 71 y 73; y 4 en carreras de 5 km en pista, entre 1970 y 1973. En la competición de atletismo de la conferencia Pac-8, ganó las carreras de 5 km los 4 años que estuvo en Oregón, además de la carrera de 1,6 km en 1971. En Hayward Field, las pistas de su universidad, ganó 35 de las 38 carreras en las que participó durante sus años universitarios y un tiempo después, entre 1970 y 1975. 

Prefontaine comentó una vez: "No me limito a correr sin más, sino que me gusta dar todo un espectáculo a la gente que me ve".

El ascenso de Prefontaine llegó en un momento en el que el running no era nada popular. La gente que no quería compartir la carretera cuando conducía, solía gritar y lanzar basura a los runners cuando les adelantaban. Prefontaine transformó ese fastidio en admiración. Gracias a sus indiscutibles logros y a su personalidad encantadora, fue la primera persona que dio buena fama al running. Su vínculo con Nike ayudó a consolidar la imagen de la marca como un referente del running y a transformar una empresa que distribuía zapatillas por el país en un icono mundial.

Prefontaine ganó 7 títulos de la NCAA: 3 de campo a través en el 70, 71 y 73; y 4 en carreras de 5 km en pista, entre 1970 y 1973.

Como atleta de la Universidad de Oregón, Prefontaine estaba familiarizado con la marca Blue Ribbon Sports y las zapatillas Nike (en esa época, los productos tenían la marca Nike, pero el nombre de la empresa aún era la original, Blue Ribbon Sports, o BRS). El verano de 1973, los cofundadores de Nike, Phil Knight y Bill Bowerman, acordaron un estipendio anual de 5.000 $ para compensar los gastos de entrenamiento de Prefontaine y librarle de los turnos puntuales como camarero en el popular bar Paddock.

Cuando no estaba entrenando en las pistas o haciendo sesiones de larga distancia junto al río McKenzie, Prefontaine pasaba el tiempo en la tienda BRS de la ciudad de Eugene. Se convirtió en un experto en BRS y sus productos, y era capaz de venderlos como nadie. Imprimió tarjetas de presentación con el cargo de director nacional de Relaciones Públicas y empezó a viajar por el noroeste del Pacífico. Daba consejos de entrenamiento y animaba a atletas al tiempo que les enseñaba nuevas zapatillas de running Nike. 

El comienzo del marketing deportivo de la marca del Swoosh

"Lo más alucinante de Pre era que le encantaba aprender sobre deporte e investigar diferentes temas", decía Geoff Hollister, un runner que también compitió en la Universidad de Oregón con Bowerman y se convirtió en el tercer empleado de Nike. Hollister era el encargado de la tienda BRS de Eugene (Oregón, EE. UU.) y se convirtió en un buen amigo de Prefontaine, con el que compartía un interés por la arquitectura, los coches deportivos y, cómo no, el running. 

Los dos visitaron institutos, universidades, tiendas de deporte y clubes de running. Según Hollister, fuera donde fuera, Pre reservaba tiempo para ir a correr con jóvenes runners. Analizaba su postura y conversaban. Prefontaine tenía facilidad para relacionarse con adolescentes y mucha naturalidad a la hora de hablar sobre running. En su libro "Out of Nowhere", Hollister recuerda una charla entre Prefontaine y estudiantes de West Albany: 

"Debéis tener objetivos y os recomiendo que los escribáis. Si los escribís, os pertenecen. No perdáis el tiempo", les aconsejó Prefontaine. "Si no das lo mejor de ti, sacrificas el resultado".

Prefontaine seguía ese mismo enfoque personal para conectar con atletas desde la distancia, lo que contribuyó a crear el proyecto inicial del marketing deportivo de Nike. Presentó los productos Nike a la élite del deporte y envió zapatillas, junto con notas personalizadas y su tarjeta de presentación, a compañeros y compañeras runners de todo el mundo. Según Hollister, fue idea del propio Pre. Él mismo envió paquetes a Mary Decker en San Diego, a John Walker y Dick Quax en Nueva Zelanda, a Brendan Foster en Inglaterra y a Kip Keino en Kenia. Y, en palabras de Hollister: "Toda esa gente acabó llevando zapatillas Nike".

En abril de 1975, Prefontaine envió una nota y unas Nike Boston del 73 a Bill Rodgers, un runner poco conocido. La llegada de las zapatillas creó un gran revuelo entre los miembros del club de atletismo Greater Boston Track Club. "Había oído hablar de las zapatillas Nike y había visto fotos, pero era el primer modelo que veía en persona", recuerda Alberto Salazar, que era estudiante de instituto en Boston y compañero de Rodgers en aquella época. "Las llevó a la pista y todos nos las pasábamos para tocarlas. Nos hizo mucha ilusión, no solo porque eran unas zapatillas Nike, que eran muy diferentes, sino porque Steve Prefontaine las había enviado con una nota". Unas semanas más tarde, Rodgers las llevó en una maratón local. Y ganó.

Para Nike, Prefontaine fue una inspiración en la pista y un pionero con una forma muy original y personal de utilizar la marca para motivar a atletas.

Legado

Prefontaine también es recordado por defender la causa de atletas amateurs estadounidenses que se vieron acorralados por las injustas reglas de la organización American Athletic Union (AAU). En la década de los 70, cualquier atleta que quisiera participar en los Juegos Olímpicos tenía que ser no profesional, por lo que debía entrenar mientras se ganaba la vida haciendo otra cosa; una tarea nada fácil. La AAU controlaba el calendario de competiciones de running y se llevaba la mayor parte de los honorarios por participación que tenían que ser para los atletas. De manera que Prefontaine rechazó ofertas de más de 200.000 $ para profesionalizarse en favor de poder optar a la competición en Montreal de 1976. A cambio, recibía 3 $ en calidad de dietas, que era el máximo que permitía la AAU. 

"La condición de no profesionalizarse tendría que haberse eliminado en 1920", afirmaba Prefontaine. "Ahora es dificilísimo para cualquier atleta cumplirla".

Siempre se enfrentó a la AAU y denunció la desigualdad, incluso cuando eso hizo peligrar sus opciones de participar en competiciones.

Prefontaine siguió siendo amateur, pero nunca llegó a competir en Montreal. Su última carrera fue el 29 de mayo de 1975, un evento que ayudó a organizar y en el que participaron miembros de la selección finlandesa y pesos pesados del running de fondo, como Frank Shorter. En la carrera de 5.000 m, Prefontaine fue por detrás de Shorter los primeros 3 km, pero, cuando faltaban las últimas 3 vueltas, aceleró a un ritmo de 63 segundos. Con las 7.000 personas que había de público en Hayward Field como testigos, terminó la última vuelta en 60,3 segundos y ganó con un tiempo de 13:23.8, a muy poco de su propio récord en EE. UU.

Corrió una vuelta de la victoria, asistió al banquete de premios de atletismo de la Universidad de Oregón y pasó el resto de la tarde celebrando la victoria con amigos. La historia de la mayor estrella del atletismo de Estados Unidos terminó de forma trágica poco después. Esa medianoche, mientras volvía a casa, tuvo un accidente de coche que le quitó la vida a la temprana edad de 24 años. 

Su legado es polifacético. Para muchas generaciones de atletas de diferentes niveles, él representa la filosofía de entrenar al máximo y darlo todo compitiendo. Para Nike, fue una inspiración en la pista y un pionero con una forma muy original y personal de utilizar la marca para motivar a atletas. Para sus compañeros y compañeras runners frustrados por la AAU, Prefontaine fue un líder que les ayudó a poner rumbo a la profesionalización.

Tras su muerte, más personas se unieron a Nike para coger el relevo de su causa. Finalmente, en 1978, el Congreso estadounidense retiró la autoridad que la AAU tenía sobre las competiciones internacionales. Este fue, quizás, su legado más importante fuera de la pista de atletismo.

"Pre fue un rebelde que venía de una familia de clase obrera, un chico con mucha actitud y agallas. Su espíritu es la piedra angular que define el alma de la empresa".

Phil Knight, cofundador de Nike
  • Historias
  • Impacto
  • Empresa
  • Noticias
      • © 2024 NIKE, Inc. Todos los derechos reservados