Paige Bueckers cuenta cómo ha llegado a lo más alto, desde sus inicios hasta la actualidad
- 14/4/2025

Subida sola a una escalera, Paige Bueckers ha sido la última de su equipo en cortar la red de la canasta y lucirla alrededor del cuello. El evento tuvo lugar en Tampa (EE. UU.). Su equipo acababa de ganar el campeonato nacional de 2025, un hito que se suma a una impresionante lista de logros, como haber obtenido el premio a mejor jugadora estadounidense en su primer año y haber sido seleccionada 3 veces como mejor baloncestista en su país. El 6 de abril, la última vez que llevó el uniforme universitario, ayudó a la histórica Universidad de Connecticut a batir un récord y ganar su 12.º campeonato nacional, el primero de la institución en 9 años.
Fue una victoria increíble, pero tuvo que recorrer un largo camino para llegar hasta allí. Paige sufrió varias lesiones en la pierna al principio de su segundo año que amenazaron con acabar con su carrera. Su equipo universitario había alcanzado la Final Four en 3 de las 4 últimas temporadas. Y, en cada ocasión, se habían quedado sin el título por muy poco. En parte, la jugadora atribuye su perseverancia al apoyo de las comunidades de baloncesto que la ayudaron a superar la adversidad. Paige empezó a jugar al baloncesto en el instituto de Minnesota, creó impacto en iniciativas locales como Nike Elite Youth Basketball League (EYBL) y, más recientemente, ha triunfado con el equipo femenino de la Universidad de Connecticut. Cada una de las comunidades que la ha rodeado ha contribuido a recordarle por qué no está sola, y eso la ha ayudado a superar cada partido hasta cortar la simbólica red tras su título.
Antes del Draft de este año, nos reunimos con Paige y le preguntamos qué influencia habían tenido en ella esas comunidades, cómo habían alimentado su espíritu competitivo y qué experiencias tiene ganas de vivir en su nueva comunidad: la WNBA. A continuación, esta increíble jugadora responde con sus propias palabras.

El primer equipo Nike con el que jugó Paige fueron las North Tartan de Nike EYBL, que reúne a las mejores jugadoras de baloncesto de Minnesota. Ahora, sigue perfeccionando su juego para la próxima generación, incluidas las personas que actualmente se están formando en Nike EYBL.
Las primeras comunidades que forman tu identidad pueden ser competitivas. Jugué con Nike EYBL durante mucho tiempo, y de hecho empecé con las North Tartan. Esa liga organiza torneos fantásticos, cuida de quienes compiten y nos enseña a jugar. Pero, por encima de todo, era un entorno competitivo que aunaba a las mejores jugadoras. Nos apoyaban en nuestro sueño de alcanzar la cima.
Las personas que te orientan cuando empiezas pueden tener un papel muy importante. Tara Starks, una de mis primeras entrenadoras, estuvo conmigo desde los 8 años hasta que me gradué del instituto. Ahora que las tornas han cambiado y tengo influencia como atleta, quiero usarla para ayudar a personas más jóvenes que puedan tenerme como referente. Más concretamente, quiero ayudar a la nueva generación a entender lo importante que es cuidar de tu cuerpo, tener buenos hábitos alimenticios y de sueño y practicar varios deportes para estar en forma.
En el estado de Minnesota, el deporte principal no es solo el baloncesto, sino también el hockey. En invierno hace mucho frío y te tienes que quedar en casa, y muchas personas ven el baloncesto como una vía de escape. Hay un ambiente muy competitivo en este deporte en el instituto. Además, de pequeña era superaficionada a las Minnesota Lynx. Me encantaba ver cómo ganaban títulos y era fan de jugadoras como Lindsay Whalen, que es de mi tierra y fue a la Universidad de Minnesota. El hecho de crecer rodeada de toda esa cultura del baloncesto me motivó mucho para darlo todo en la cancha.

Paige Bueckers apoyando a Geno Auriemma, el entrenador principal de la Universidad de Connecticut, en noviembre de 2024, después de que este batiera el récord de más victorias en el baloncesto universitario.
"Cuando te has preparado con los mejores programas, puede que ganar un campeonato nacional parezca fácil, pero para conseguirlo se necesita muchísimo esfuerzo".
En la Universidad de Connecticut, te ponen a prueba día tras día. Cada entrenamiento puede ser el más difícil de tu vida, y tanto tú como el equipo os enfrentáis a retos que no creíais posibles. Cuando te has preparado con los mejores programas, puede que ganar un campeonato nacional parezca fácil, pero para conseguirlo se necesita muchísimo esfuerzo.
Hay compañerismo en el deporte, pero el vínculo que se crea entre las jugadoras es de otro nivel. Lo que distingue a la Universidad de Connecticut de otras instituciones es la sororidad que nos une. Cada jugadora forma parte de la familia, y siempre se te acoge en el equipo aunque lleves tiempo sin jugar. La Universidad de Connecticut siempre tendrá un lugar en mi corazón.
Las comunidades de verdad te apoyan en situaciones adversas. Cuando era más joven, me creía invencible. Nada podía conmigo. Cuando, en el segundo año, sufrí varias lesiones en las piernas, una de las personas que más me ayudó a superar esa etapa fue mi compañera Azzi Fudd, que también estaba enfrentando una lesión. El hecho de compartir esa experiencia con ella y de estar juntas en los peores momentos nos motivó mucho para recuperarnos y afrontar la recuperación con energía. Para superar ese trance físico y psicológico, nos apoyamos la una a la otra, pero también nos apoyaron el equipo y nuestras familias.
El vínculo entre las jugadoras de la WNBA es más fuerte que nunca. Evidentemente, estoy en contacto con exestudiantes de la Universidad de Connecticut, como DT (Diana Taurasi) y Sue (Bird). Tenemos los números las unas de las otras y charlamos con frecuencia. Si necesito algún consejo, les envío un mensaje y siempre hay alguna dispuesta a responderme y escucharme. Fuera de la Universidad de Connecticut, también tengo una relación muy especial con Natasha Cloud y Jewell Lloyd. Todas ellas me han orientado, me han asesorado y me han dado apoyo.
Ahora que opto a entrar en la WNBA, veo que hay un espíritu de sororidad muy fuerte entre las jugadoras. Muchas de las profesionales de la liga son capaces de alzar la voz y defender lo que es justo sin miedo. A las que estamos a punto de entrar, nos dicen constantemente que están ahí para ayudarnos y acompañarnos en cada obstáculo del camino hacia el estrellato. La liga está dispuesta a apoyar y defender a las jugadoras tanto dentro como fuera de la cancha.