• Cómo he llegado hasta aquí

Cooper Lutkenhaus ya es un líder

  • 9/9/2025

Tras llevarse las manos a la cabeza en un gesto de incredulidad, cuando cruzó la línea de meta el primero en el campeonato nacional de EE. UU., Cooper Lutkenhaus sabía exactamente adónde debía mirar. Toda su familia estaba repartida por la verja del Hayward Field de la Universidad de Oregón. Se habían situado estratégicamente para animarle en la final de los 800 metros. Su madre, Tricia, que había grabado la carrera como tantas otras veces durante años, estaba de pie en las gradas a la altura de la línea de salida. Su hermano mediano, Andrew, se colocó en la marca de los 200 metros; su hermano mayor, George Jr., en los 300, y su padre, George Sr., se encontraba en los 100 metros de la recta de meta. Acababan de ver cómo hacía un tiempo de 1:42,27, el cuarto más rápido de EE. UU. y una de las mejores marcas logradas por un estudiante de secundaria. 

Después de ese logro, Lutkenhaus tiene por delante muchos retos. Este mes, en Tokio, será el atleta estadounidense más joven de la historia que compita en el mundial de atletismo. Además, llevará el Swoosh por primera vez como atleta Nike profesional tras firmar el contrato de colaboración a finales de agosto. Eso implica que Cooper, en su penúltimo año de instituto, renunciará al deporte escolar para correr entre leyendas. Al margen de su participación en Tokio, es un líder de equipo. Lo ha demostrado sobre todo en su etapa en el Northwest High School, en Texas, una responsabilidad que se tomó aún más en serio tras incorporarse al programa Nike Elite en su primer año de secundaria. Cooper habla sobre el liderazgo, la mentoría y lo que representa correr por la familia.


Ser el hermano pequeño te ayuda a mantener los pies en la tierra cuando alcanzas cierto nivel de éxito. De pequeños, mis hermanos y yo nos pasábamos todo el tiempo compitiendo entre nosotros. ¿Quién podía correr más rápido? ¿Quién podía sacar las mejores notas? Como era el pequeño, no gané muchos de esos retos, pero me sirvieron para aprender a competir todos los días.

Soy afortunado, porque no siempre pasa que los hermanos se admiren tanto entre ellos. George compite en natación en la universidad y Andrew corre, y todos queremos lo mejor para cada uno. Fueron mi mayor apoyo cuando competí en el campeonato nacional de EE. UU. Tenerlos a mi lado ha sido esencial para mi desarrollo durante estos últimos años. 

Es inevitable que te conviertas en un líder cuando estás rodeado de un cierto nivel de talento. El programa Nike Elite me ayudó enormemente a crecer. Me incorporé a finales de mi primer año de instituto, en 2023, y fui a dos viajes en grupo en los que 40 atletas participaban en entrenamientos colectivos. Yo era el más joven del grupo aquel primer año. No hablé mucho. Pero cuando volví en mi segundo año, hablé mucho más. Creo que mucha gente dirá que el año pasado maduré mucho. En gran parte, ha sido gracias a las personas con las que compartí ese periodo de tiempo. Aunque todos tenemos diferentes edades y competimos en carreras distintas, aprendemos los unos de los otros y del equipo técnico.

El programa Nike Elite proporciona a un grupo selecto de runners, como Cooper, los recursos y oportunidades que necesitan para destacar al más alto nivel, lo que facilita su posible incorporación en futuros equipos nacionales.

Nuestra mirada ya refleja que corremos por algo más que nuestra carrera individual.Al volver del programa Elite para competir en torneos locales, se nos nota el estándar de liderazgo que traemos aprendido. Se nos ve en los ojos al competir. Es casi como una responsabilidad. Creo que sucede lo mismo con cualquier atleta Nike. Un ejemplo es el de Donavan Brazier en el campeonato estadounidense. Cuando cruzó la línea de meta, se podía ver ese sentimiento en su rostro tras ganar. Ser atleta para Nike conlleva ser líder con Nike. Al volver a mi instituto después de participar en el programa Nike Elite, sentí que me había convertido en un líder más fuerte.

El liderazgo se demuestra tanto con las palabras como con las acciones.He ganado confianza al asumir el rol de líder en Northwest. Siempre he creído que es importante liderar con el ejemplo, pero el programa Elite me ha ayudado a comunicarme también como líder. También me he esforzado más por ayudar lo máximo posible a los componentes más jóvenes del equipo. El año pasado, en mi segundo año, tomé bajo mi tutela a un estudiante de primer año y últimamente está corriendo muy bien. Me esforcé por asimilar todo lo que admiraba de los viajes del programa Elite y he intentado trasladarlo al programa de mi instituto. 

En este momento, me centro en retos diarios.Estoy muy ilusionado con el mundial. Quiero ver hasta dónde puedo clasificarme. Y si llego a la final, quién sabe... Sobre todo en un evento como ese, puede pasar cualquier cosa. 

Representaré al Northwest High School tanto como al equipo de EE. UU. Pero, por encima de todo, siempre representaré a mi familia. Han hecho muchos sacrificios para que yo pudiera llegar adonde estoy. Quiero que se enorgullezcan. 

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