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El logotipo Nike Swoosh: de sus humildes comienzos hasta convertirse en icono global

  • 2/10/2025

Texto: Department of Nike Archives



En 1971, Watergate tan solo era un hotel, la NASA preparaba el Apollo 15 y una pequeña empresa de Oregón acababa de vender su primer par de zapatillas.

Esas zapatillas, unas botas de fútbol llamadas "The Nike", se vendieron por 16,95 $. Su rasgo distintivo era una raya en forma de marca de verificación que creó una estudiante de la Universidad Estatal de Portland por 35 $. Poca gente prestó atención a las zapatillas, pero el logotipo se haría eterno.

En aquel momento, Nike no era la marca deportiva global en la que se ha convertido. Phil Knight y Bill Bowerman todavía estaban al mando de Blue Ribbon Sports, una pequeña distribuidora de zapatillas para correr japonesas. Pero los contratos con su proveedor llegaban a su fin y Knight sabía que el futuro de la empresa dependía de algo más que el producto de otros. Para triunfar, BRS necesitaba sus propias zapatillas y, con ellas, una identidad.

Aquel mes de febrero, Knight hizo un trato con una fábrica mexicana para fabricar unas botas de fútbol negras con la suela blanca. Pero para diferenciarlas de los modelos de Onitsuka Tiger, necesitaba una marca distintiva. Así que acudió a Carolyn Davidson, una estudiante de diseño a quien había conocido cuando daba clases de contabilidad en la Universidad Estatal de Portland.

Dos años antes, había oído a Davidson en un pasillo mientras le contaba a un compañero de clase que no podía permitirse un curso de pintura al óleo. Knight se ofreció a pagarle 2 $ por hora para hacer gráficos y tablas para su negocio. Con el tiempo, Carolyn creó anuncios, folletos y catálogos. Pero en ese momento le pedía algo más grande: un diseño para el lateral de la zapatilla.

Un ejemplo original de las botas de fútbol "The Nike", las primeras zapatillas en lucir el logo Swoosh.

El grupo se decidió por la marca de verificación en forma de raya curvada de Davidson. Ella consideraba que sugería movimiento. Pero Knight no estaba muy convencido. "Bueno, no me encanta, pero me acostumbraré", le dijo.

Carolyn esbozó media docena de opciones. En una oficina de Tigard, Knight reunió a dos empleados para revisarlas todas. Uno de ellos era Jeff Johnson, el primer contratado a tiempo completo de Nike. Pero ninguna les causó una gran impresión. "Se trataba de elegir cuál era la menos mala", recordaba Johnson.

El grupo se decidió por la marca de verificación en forma de raya curvada de Davidson. Ella consideraba que sugería movimiento. Pero Knight no estaba muy convencido. "Bueno, no me encanta, pero me acostumbraré", le dijo.

Al final acabaron enviando aquella raya, que aún no se llamaba Swoosh, a toda prisa a México para que pudiera empezar la producción. Davidson le mandó a Knight una factura por un valor de 35 $.

Un ejemplo perfecto de un Swoosh único. En su búsqueda incansable por hacer las zapatillas más ligeras, en 1975 Bill Bowerman decidió que el Swoosh de ese prototipo se hiciera a mano, punteado con pluma y tinta.

Esas primeras zapatillas llevaron la nueva marca por todo el mundo, pero siempre había diferencias entre los modelos. En algunas, la línea era más ancha. En otras, demasiado estrecha. Un runner llegó a bromear diciendo que la versión más curvada parecía un pez muerto. Las fábricas lo cosían como podían y los diseñadores ajustaban el ángulo dependiendo de la forma de la zapatilla.

Al final acabaron enviando aquella raya, que aún no se llamaba Swoosh, a toda prisa a México para que pudiera empezar la producción. Davidson le mandó a Knight una factura por un valor de 35 $.

Aun así, aquella raya ya aparecía en los lugares adecuados. En la maratón de Boston de 1972, dos de los mejores finalistas estadounidenses cruzaron la meta con zapatillas Nike que llevaban el diseño de Davidson, y aquella fue la primera aparición confirmada de un Swoosh en una carrera importante. Así que la empresa destacó la hazaña en su campaña de marketing del año siguiente.

La ropa presentó otro desafío. En las camisetas y bolsas, la asimetría de la marca se veía un poco rara. Johnson experimentó colocando varios Swooshes en círculo, creando lo que se conoció como el logo "Sunburst" o "Pinwheel" de Nike. Se inspiró en el diseño olímpico de 1972 y sirvió para que Nike mostrara algo llamativo en la ropa de calentamiento y la equipación.

Pero a Jeff Johnson no le gustaba la asimetría del Swoosh en la ropa o las bolsas, así que los abrió más hasta formar un círculo.

El logotipo del "Pinwheel" apareció por primera vez en los productos Nike durante las pruebas olímpicas de atletismo de 1976.

En las camisetas y bolsas, la asimetría de la marca se veía un poco rara. Johnson experimentó colocando varios Swooshes en círculo, creando lo que se conoció como el logo "Sunburst" o "Pinwheel" de Nike.

Geoff Hollister, el tercer empleado de Nike, quien acabaría liderando las primeras campañas de marketing de la empresa, estampó el Sunburst en chándales y camisetas de tirantes. También aplicó el Swoosh por sí solo de maneras poco convencionales. En 1974, Steve Prefontaine se presentó en una competición en Tacoma con un chándal que llevaba un único Swoosh al revés en el pecho. Esa fue la primera vez que el logo apareció solo en prendas deportivas.

En esos primeros años, el diseño no era muy coherente. Algunos lo llamaban raya, otros decían que se veía raro, como descentrado. Pero en las líneas de meta de las maratones, en las pruebas olímpicas y en el pecho del runner más famoso de Estados Unidos, la marca ya estaba haciendo su trabajo: la gente la empezaba a reconocer.

Lo que empezó como una opción poco convincente con el boceto apresurado de una estudiante enviado a la fábrica se había convertido en el emblema de las primeras victorias de Nike. El Swoosh aún no se había convertido en el icono global que llegaría a ser, pero ya demostraba que tenía gancho.

El logotipo Nike ha ido evolucionando desde el boceto original de Davidson, pero el poder del Swoosh sigue siendo constante.

Desde aquellas primeras botas de fútbol, el Swoosh ha adoptado innumerables formas. Se combinó con la fuente Helvetica en negrita en los años 70, llegó a millones de personas en los anuncios de fútbol de Dennis Hopper en 1993, se extendió por la arquitectura de Niketown Portland y apareció en numerosas gorras en Wimbledon. Se ha agrandado, ha pasado a miniatura, se ha multiplicado y, a veces, se ha usado en exceso. Ha sido protegido por los "vigilantes de la marca" Nike, celebrado por atletas y parodiado por la crítica.

Pero a través de todos esos cambios, hay algo que he perdurado: el Swoosh. Lo que empezó como un boceto rápido de una estudiante universitaria, se ha convertido en uno de los símbolos más reconocidos del mundo. Más que una raya, es un lenguaje universal que implica velocidad, innovación y posibilidades.

El logotipo del Swoosh en la azotea de la oficina central de Nike en Nueva York.

"Queríamos que reflejara la velocidad y lo conseguimos. Todavía transmite ese concepto. Sin embargo, ahora ha cobrado mucho más significado. Ahora simboliza lo mejor del deporte. ¡Y ahora sí que me gusta!".

Phil Knight, presidente emérito y cofundador
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