Sí, Nike escucha. Y al escuchar se aprende: cómo mejorar el rendimiento, cómo desarrollar una mejor empresa, cómo responder a lo que exige el momento. Con el aprendizaje surge el crecimiento: se mejoran no solo los productos, sino también los entrenamientos, se apoya a los atletas en su defensa por la justicia social, se centran las voces de las mujeres en el deporte y en los negocios. Con el crecimiento surge el compromiso, que nace de una profunda inversión en las personas y en los principios que definen a la empresa. Y con ese compromiso surge un vínculo familiar entre Nike y sus atletas. Slusher suele estresarse cuando ve grandes acontecimientos deportivos. ¿Por qué? "Si se enfrentan dos equipos o dos atletas de Nike", comenta, "definitivamente tengo que apartar la mirada". Nike en general y nuestros equipos: amamos a nuestros atletas, amamos nuestros deportes".
Con los años, los atletas de Nike han correspondido a ese compromiso. Después de celebrar su cumpleaños hasta bien entrada la madrugada, la leyenda de los Yankees de Nueva York, Derek Jeter asistió a un acto con distribuidores clave de Nike porque sabía que era importante para la empresa. Después vino Kobe Bryant, que según recuerda Slusher asistió a 92 eventos de Nike en un solo año calendario, cuando solo debía presentarse a ocho. Probablemente, esto es lo que la gente tiene en mente cuando habla de la familia Nike. Quizá por eso los grandes acontecimientos deportivos a menudo adquieren el espíritu de una reunión familiar, en la que los mayores dan la bienvenida al grupo a los atletas más jóvenes. Durante un fin de semana largo de febrero, por ejemplo, algunas de las leyendas del fútbol americano de Nike tuvieron tiempo de grabar mensajes de bienvenida para los nuevos socios colaboradores de la marca, atletas jóvenes, algunos de ellos recién salidos de la universidad, para los cuales un mensaje personal de las leyendas del fútbol americano Barry Sanders o Jerry Rice debió parecerles un sueño. En Nike, esos sueños con frecuencia son el principio de otros.
"Vemos a nuestros atletas como parte de la familia Nike, y queremos ayudarlos a triunfar", afirma Slusher. Se trata de una metáfora común en los negocios, a menudo invocada pero pocas veces lograda. Las culturas corporativas adoptan rápidamente los sentimientos cálidos y afectuosos de la unión, mientras olvidan las responsabilidades que se necesitan para formar parte de una familia. Pero como explica Barry Sanders, "Nike se descubrió algo. No solo apoya a los atletas en sus respectivos deportes, sino que lo hace independientemente de cuáles son sus intereses fuera del campo de juego. Establece grandes asociaciones y relaciones con los atletas". Jerry Rice sigue con el tema. Sí, Nike te apoya como atleta, aclara, pero en realidad es cuestión de reciprocidad: "Cuando todo funciona como debe, y sabes que te respaldan y que tú a ellos también", señala Rice, "es la relación perfecta".
La propia experiencia de Alex Morgan con Nike es un ejemplo del espíritu de familia en palabras de Sanders y Rice. Cuando Morgan tenía 7 años, ella y dos amigas del vecindario formaron su propio club Nike. Se reunían en el patio trasero de la casa de la familia Morgan en Diamond Bar, California, en un cobertizo blanco adornado con Swooshes que las niñas garabateaban a mano en las paredes. "Hacíamos todo lo posible por dibujar el logotipo perfecto de Nike", recuerda Morgan. "Desde entonces, me convertí en una gran fan de Nike". Al término de una destacada carrera universitaria en el fútbol, Morgan se hizo profesional y pronto se unió a la familia Nike. "Firmar mi primera oferta de patrocinio con Nike fue un sueño hecho realidad", explica, y lo hizo en 2011. "Desde entonces emprendimos esta larga y maravillosa experiencia". Con un recorrido que ha llevado a Morgan a dos victorias en torneos mundiales, a una medalla de oro olímpica y a una legendaria carrera en clubes.
Pero su recuerdo más grato como atleta Nike llegó fuera del campo de juego. En 2019, Morgan se mantuvo alejada de las competencias mientras estaba embarazada de su primera hija. Por casualidad, ese mismo año Nike lanzó su colección de maternidad. "Tengo uno de los primeros prototipos", señala. Al usar su nuevo equipo Nike, se mantenía activa y cómoda con ropa que la hacía sentir segura y fuerte. "El hecho de sentirme apoyada, no solo en el campo, sino también como una futura mamá, me hizo sentir muy bien", recuerda. Actualmente, ella y su pequeña hija usan unos Jordan deportivos que hacen juego. La familia Nike crece.