Los hombros que llevan el peso de la historia del fútbol brasileño pertenecen a unos pocos nombres, apodos y símbolos distinguidos. En ese grupo de élite, podemos contar al atleta Nike Ronaldo Luis Nazario de Lima, O Fenomeno, el mismísimo R9.
Tras retirarse del fútbol en 2011, R9 considera su posición entre las estrellas del fútbol brasileño como parte de algo continuo, más que como una mera clasificación de poder. Siguió los pasos de leyendas nacionales como Pelé, y ha moldeado intencionalmente su propia carrera posprofesional para ayudar a establecer el rumbo de la próxima generación de estrellas, como el delantero de 24 años Vini Jr. R9 se ha convertido en el héroe nacional que alguna vez idolatró. El hecho de hacerlo con elegancia, dejando atrás sus días como jugador, le ha ayudado a desarrollar una conciencia reflexiva de sí mismo, brindando lecciones valiosas a aquellos que observan a la generación más joven dar un paso al frente.
Por ejemplo, R9 entiende por experiencia directa que cada movimiento que haga, sin importar cuán pequeño sea, probablemente esté bajo la atenta mirada de un joven fan que anhela alcanzar el estatus de profesional algún día. Cuando era un joven futbolista, uno de los ídolos de R9 era el brasileño Zico, o Arthur Antunes Coimbra, un mediocampista ofensivo cuya habilidad en la creación del juego lo puso en el mapa mundial a fines de los años 70 y 80.
“Estaba loco por él”, dice R9. “Lo veía jugar cada partido, veía cada entrevista. En una entrevista explicó cómo entrenaba para patear con el pie izquierdo. Elegía un lugar en la pared y pateaba con el pie izquierdo cientos de veces. Al ver eso, salí inmediatamente y comencé a patear 100, 150 tiros contra la pared con la izquierda”.
Esa asombrosa imitación de sus jugadores favoritos ahora ha dado un giro completo. Vini Jr. conoció a Ronaldo cuando el joven futbolista tenía 16 años en un evento de Nike, pero la admiración de Vini Jr. por R9 era muy anterior a ese encuentro. Vini Jr. creció escuchando historias que casi parecían míticas, y viendo jugadas increíbles que traspasaban los límites físicos. Esa admiración llevó a Vini Jr. a colocar un mural de R9 en el gimnasio de su casa. “Conocerlo fue como conocer a un superhéroe”, dice la estrella. “Con el tiempo, nos hemos vuelto más cercanos. Se ha convertido en un amigo, siempre me da consejos increíbles”.
R9 da esos consejos gratis. De hecho, no ve ese dar como una cuestión de caridad personal, sino como una responsabilidad nacional.
R9 firma balones de fútbol de jóvenes admiradores en Nike World Headquarters en Beaverton, Oregón.
Pocas comunidades futbolísticas veneran a sus íconos como los brasileños. R9 fue testigo de ello al ver las multitudes que rodeaban el autobús de viaje y escuchando el rugido ensordecedor al unísono de decenas de miles mientras intentaba hacer un gol. Vio cómo su habilidad en la cancha podía transportar a un fan de su mundo a otro nuevo. Como mentor de jugadores jóvenes, R9 ha llegado a apreciar cómo el deporte tiene ese poder de transporte.
“Creo que la gente de las favelas, de las comunidades pobres, nos ve como jugadores de fútbol y ve en el deporte un camino hacia una vida mejor, para ellos mismos y para sus familias”, dice. “Millones de niños se inspiran en los jugadores de fútbol de Brasil porque representan algo más que el éxito”.
Así le dice un héroe a otro.