Luka Dončić: mucho más que uno de los mejores jugadores de la liga
- 17/4/2025

Si piensas en Luka Dončić, seguro que te viene a la cabeza su inconfundible salto con step-back. O los pases increíbles que aterrizan limpiamente en las manos de sus compañeros de equipo. O quizá su creatividad bajo presión y su dominio en la cancha que tantos dolores de cabeza les da a sus rivales.
Probablemente, ya sepas que Luka brilla por sus jugadas feroces tan características. Es todo un talento de su generación con una habilidad en el básquetbol insuperable que no hay que subestimar. Domina las posesiones y controla el ritmo del juego a su antojo.
Sin embargo, además de ser un jugador experto, Luka también tiene muchas otras facetas fuera de la cancha. Por ejemplo, le gusta relajarse en el mar y cocinar un buen corte de carne a la parrilla. Está en su elemento tanto jugando videojuegos como clavando un eurostep. Y, si no se dedicase al básquetbol, lideraría el ataque en un equipo de fútbol americano. Sobre todo, está muy orgulloso de su hija Gabriela, de 1 año, quien es su mayor fuente de inspiración.
Luka nos ha hablado sobre lo que le apasiona además de jugar y cómo sus aficiones le hacen mejorar en la cancha. También nos ha explicado cuándo supo que estaba haciendo realidad su sueño de niño y lo que tienen en común la pesca y el básquetbol, dos de sus pasatiempos favoritos.
Ir a pescar es una de mis actividades favoritas. Mi padre tenía algunos botes cuando yo era pequeño, y empezamos a ir juntos cuando tenía unos 7 años. Ahora, cuando alquilo un barco, me acuerdo de mi infancia. Me encanta disfrutar del mar, relajarme y navegar tomando el sol.
Me encanta la paz del océano. Hay muchísimo espacio y nada importa, salvo disfrutar de las vistas y pescar. La última vez que estuve en México, pesqué un pez espada. Fue un momento increíble. Creo que lo más impresionante que he pescado fue un tiburón pequeño. Una vez, estuve peleándome con un pez enorme durante 7 o 10 minutos, pero se me escapó por debajo del barco. Me desilusioné.
La pesca me hace mejor jugador, y el básquetbol me ayuda a ser mejor pescador, porque las dos cosas requieren de una habilidad esencial: paciencia. Principalmente, me gusta ir a pescar porque disfruto del mar y me relajo bajo el sol. Pero la pesca me recuerda la paciencia que hay que tener en el básquetbol y en la vida. La paciencia es necesaria siempre.

Fuera de la cancha me relajo más. Creo que soy más tranquilo: me quedo en casa o salgo por ahí y no hablo mucho. En la cancha, me gusta hablar más y ser agresivo. Lo doy todo y me divierto.
Soy competitivo de forma innata. Desde pequeño, he sido competitivo en casi todo lo que hago. Por eso es importante para mí esforzarme al máximo jugando y luego recargar pilas con otros hobbies y estar con mi familia y mis amistades.
Si tuviera que elegir una posición en otro deporte, me gustaría ser mariscal de campo. De pequeño practicaba muchos deportes. Mi favorito era el básquetbol, claro, y jugaba al aire libre casi todos los días después de clase. También probé con el tenis y el fútbol. En general, estar afuera era divertido. Con el tiempo, el fútbol americano me ha ido cautivando. Como tengo fuerza en los brazos y sé ver bien el campo, creo que sería un buen mariscal de campo.
Cuando no estoy entrenando o compitiendo, me gusta hacer barbacoas al aire libre, normalmente con un buen bife y maíz. Casi siempre lo hago cuando está soleado, porque me ayuda a relajarme con mi familia y a recuperar energías para entrenar y seguir el cronograma de la temporada.
Mi hija es mi mayor orgullo en este mundo. Es mi principal apoyo, aunque aún ella no lo sepa. Me motiva todos los días. Tiene 15 meses y adoro pasar tiempo con ella y jugar juntos.
Recuerdo el momento en el que me di cuenta de que estaba cumpliendo mi sueño de la infancia. Dejé mi hogar a los 12 años para irme solo a jugar con el Real Madrid. El primer año me sirvió para acostumbrarme al equipo, pero el segundo año empecé a encontrar mi camino. Jugando para el mejor club de básquetbol en Europa, así es como supe que estaba haciendo realidad mis sueños.
Por lo general, no me pongo nervioso antes de los partidos. Pero cuando siento nervios, como antes de mi primer partido con los Lakers en mi lugar natal, me recuerdo a mí mismo que soy bueno en lo que hago, solo necesito hacer mi rutina y hacer lo que hago mejor.
El mejor consejo al que siempre vuelvo es simple: diviértete, especialmente en la cancha de básquetbol. Cuando algo no sucede como lo planifiqué, solo me digo: "Haz estado haciendo esto toda tu vida. Sabes cómo hacerlo. ¡Sal y diviértete!"