La icónica atleta Shelly-Ann Fraser-Pryce corrió su última carrera de 100 metros a su manera
- 15/9/2025

Imágenes: Sofieke van Bilsen
Cuando la velocista de los 100 metros más condecorada se colocó en la línea de salida por última vez, se repitió a sí misma lo que ya sabía: que estaba lista, que era poderosa y que esa carrera era suya. Los siguientes segundos eran un homenaje a todo lo que la había hecho para llegar a ese momento.
Para su última carrera, la autoproclamada "hija de la tierra" decidió llevar en el cabello los colores de su bandera nacional: verde, amarillo y negro; además de unas largas uñas en color dorado. Shelly-Ann Fraser-Pryce salió a toda velocidad en la final del mundial de atletismo de Tokio en un estadio abarrotado. Terminó su carrera de 100 metros de la misma manera en que comenzó a correr hace 18 años en Japón: con velocidad, potencia y compostura feroces. Fue todo un homenaje a Jamaica, el país que la ha apoyado incondicionalmente a lo largo de sus veinte años en la élite de este deporte.
Fue la primera mujer caribeña en ganar el oro olímpico en los 100 metros (en 2008) y ganó el mundial en 2019 tras el nacimiento de su hijo, Zyon. Durante estos años de dominio, Shelly-Ann personificaba el poder de la dualidad. Ha tenido un largo reinado en la disciplina más corta e intensa del atletismo, además de mostrar su estilo femenino y autoexpresivo en un deporte físicamente exigente, y de demostrar que la maternidad no está peleada con la grandeza.
Lo que atletas de todo el mundo, y especialmente las jóvenes, pueden aprender de Shelly-Ann es el valor de correr en sus propios términos. Pueden aprender a confiar en que los fracasos no las definen, pero la forma en que los afrontan, sí. Y la seguridad de que, si crees en ti y trabajas con disciplina, lograrás la armonía. Sueños y familia, carrera y legado.
Por eso, y por sus increíbles 276 carreras y sprints hasta la meta, te damos las gracias, Shelly-Ann.
A continuación, descubre el detrás de cámaras de los últimos días de competencia de la mejor de todos los tiempos en Tokio.

A lo largo de sus 20 años de carrera profesional, Shelly-Ann Fraser-Pryce se ha convertido en la velocista más premiada de la historia en los 100 metros, con tres medallas de oro olímpicas y cinco campeonatos mundiales.

Shelly viajó a Tokio con su esposo, Jason, y su hijo de ocho años, Zyon. Zyon tuvo que tomar sus primeras semanas de clases a distancia para estar presente en la última carrera de su madre.

El impacto de Shelly-Ann en el deporte va mucho más allá de sus resultados en los 100 metros. Durante sus 20 años en la élite del atletismo, ha inspirado a generaciones de atletas y mujeres jóvenes.


Una fan se acercó a saludar a Shelly y compararon los diseños de sus uñas.


La fe de Shelly-Ann ha sido fundamental en su carrera. Sigue asistiendo a la iglesia todas las semanas en su ciudad natal, en Jamaica.


Para su carrera de clasificación el sábado, Shelly-Ann decidió llevar los colores del arco iris en el cabello, un homenaje a los múltiples looks que había lucido hasta ese momento.

El verano pasado, Nike creo los spikes Electric Pack Maxfly 2 para Shelly-Ann de un intenso color rojo con tres cristales en el talón que representan las piedras de nacimiento de su abuela, su hijo y ella.

Shelly-Ann registró un tiempo de 11:00 en la semifinal del domingo por la noche en Tokio, lo que la clasificó para participar en su última carrera de 100 metros.



En el estadio nacional de Tokio, se escuchó una gran ovación cuando los casi 60,000 aficionados oyeron el nombre de Shelly-Ann Fraser-Pryce por última vez.


Tras cruzar la línea de meta en sexto lugar, abrazó a su compañera de equipo Tia Clayton que obtuvo la plata. Fue como pasar el talento de una generación a otra.




Según Shelly, la última carrera fue un momento de gratitud porque tuvo el privilegio de terminar su carrera en Tokio en sus propios términos y a su manera.

