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Cómo un runner profesional ayuda a marcar el ritmo para lograr un tiempo récord

  • 4/6/2025

Erin Wallace rodeó la marca de los 600 metros en la recta trasera en Xiamen, China, apenas lográndolo. En su periferia, podía ver la luz azul parpadeante a sus pies que estaba intentando dejarla atrás.

Erin era una de dos runners que marcaban el ritmo de la campeona mundial Faith Kipyegon en la carrera de 1,000 metros en el evento Diamond League de abril. Los pacers, o liebres, garantizan que al menos un runner en el campo mantenga el ritmo adecuado para superar un determinado tiempo, usualmente un récord. En este caso, Faith buscaba superar el tiempo de 2:28.98 en los 1,000 metros, un récord mundial que se ha mantenido por 27 años. 

Erin sabe cómo poner un ritmo preciso. En Londres, en 2024, la atleta escocesa de 24 años marcó el ritmo de los 800 metros para Keely Hodgkinson, su compañera del equipo nacional de runners y atleta de Nike. Al dejar la pista tras los 500 metros, vio cómo Keely agarró vuelo alrededor de la segunda vuelta y rompió el récord nacional británico con un tiempo de 1:54.61. 

Físicamente, marcar el ritmo y correr en carreras están interrelacionados. Sin embargo, mentalmente tienen sus diferencias.

Marcar el ritmo existe en el centro de dos prioridades: corres la carrera por alguien más, a la vez que compites contra tu propia capacidad física.

"Solo porque puedes correr un tiempo rápido no necesariamente significa que puedes regular tu velocidad para el tiempo de otra persona".

Erin Wallace, atleta de Nike y pacer profesional

En el arranque

Una carrera de media distancia, como la de 1,000 metros en Xiamen, muestra la precisión hábil que hay detrás de cualquier buen pacer. El entrenador de Erin, Trevor Painter, sugirió que comenzara la carrera de forma conservadora. Suena el disparo de arranque, la carrera comienza. Al comenzar como la tercera runner desde el carril exterior, tenía que esforzarse para ponerse al frente del grupo durante los primeros 50 metros. Pero al llegar a la marca de 200 metros, corrió 29.4, un poco detrás del ritmo de la carrera de 28.8. Necesitaba aumentar la velocidad. ¿Lo suficientemente rápido? ¿Demasiado rápido? ¿Demasiado lento? El diálogo interno comienza a rugir en la mente de la pacer. Cuando rodeó los primeros 400 metros, registró un tiempo de 59.38, casi a la par de la luz parpadeante alrededor del interior de la pista, una luz que actúa como una liebre digital.

"En los eventos de la Diamond League, colocan relojes en cada marca de 100 metros. Pero aún así debes tener un sentido físico interno que te indique cuándo subir el ritmo", dice Erin. "Solo porque puedes correr un tiempo rápido no necesariamente significa que puedes regular tu velocidad para el tiempo de otra persona".

Durante la carrera

Hay un tiempo que marca un reloj, y hay un tiempo que marca tu cuerpo,  que prende la alarma para indicarte que debes ir más lento o más rápido. Erin menciona que marcar el ritmo en distancias diferentes puede requerir varios niveles de consciencia. En distancias más cortas, vas a velocidad de sprint, basándote más en la luz. Tu umbral atlético es el barómetro. Sin embargo, en distancias más largas, puede haber más lugar para algún error estratégico.

"Cuando eres pacer, aprendes a notar tanto tu cuerpo como tu entorno en una intensidad alta", dice Erin. "Notas tu posición en relación con el campo. Notas en dónde están colocados los relojes en el estadio. Y especialmente notas cualquier cosa que pueda afectar la carrera, como el impacto de tu salida en los otros runners".

Ir para salir

Los 400 metros finales es donde muchos pacers salen, mientras los otros runners van por la última vuelta, y esto puede tener muchos riesgos de tropiezo: el riel interior, el reloj, el equipo electrónico del marcador. En el caso de Erin durante la carrera de Xiamen, ella vio los últimos 20 metros de los 600 metros faltantes y se dio cuenta de que "había muchas cosas ahí", refiriéndose a publicidad con banderas en el piso, que podían evitar una salida fácil. Iba a tener que brincarlos, o encontrar un espacio abierto cerca de los dos metros después de la línea de meta para poder salir rápidamente. 

Pudo encontrar un espacio al frente de la bandera. Se dirigió a la salida y lo logró, apenas. 

"Cuando sales de la pista", dice, "quieres que el runner que te sigue tenga todo lo que necesita listo para él". 

Así fue como sucedió con Faith, quien ganó la carrera de 1,000 metros, aunque por un margen muy estrecho no rompió el récord mundial. Se llevará esos aprendizajes a su siguiente reto: intentar romper el récord para la milla de 4 minutos el 26 de junio en París.

La perspectiva de Erin sobre el intento atrevido de Faith: "Es una locura", dice. "Cuando corres cerca de ella, como lo hice yo esta temporada, puedes darte cuenta de lo talentosa que es". Erin además comenta que es para ella un honor formar parte de Breaking4. "Marcar el ritmo te da la oportunidad de ser parte de la historia de otro runner", comenta. "Saber que puedo jugar un papel en su camino para superar ese tiempo es muy inspirador".

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