Nuestros esfuerzos para conservar el agua
Lo que debes saber
Mediante la innovación e inversión, reducimos nuestra huella hídrica y colaboramos en proyectos de regeneración de agua en todo el mundo.
Durante la última década, el Foro Económico Mundial (World Economic Forum, WEF) ha incluido las crisis de agua y los impactos por el cambio climático entre los cinco mayores peligros globales. Dado que el 91% de la huella hídrica total de NIKE está directamente ligada al abastecimiento y manufactura de materiales, el uso responsable de agua dulce en nuestra cadena de suministro es una forma crucial de proteger el futuro del planeta. Mediante la innovación y colaboración, estamos haciendo nuestro aporte a años de trabajo en pos de la reducción de nuestra huella hídrica total.
El cultivo de algodón representa el 69% de nuestra huella hídrica total a nivel mundial. Para reducir y gestionar mejor el uso del agua, seguimos enfocándonos en estrategias que mitigan su consumo durante la fase de cultivo. Las evaluaciones del ciclo de vida del algodón orgánico muestran que este método agrícola reduce el consumo de agua en la fase de cultivo, ya que este se realiza más en zonas de secano que en las que requieren irrigación. Aumentamos el uso de algodón reciclado porque omite completamente la fase de cultivo.
El trabajo de restauración de cuencas de NIKE se enfoca en nuestra cadena de suministro de algodón ampliada. Además de reducir la huella hídrica, los proyectos de restauración mitigan la escorrentía de pesticidas, mejoran la salud de la tierra y aumentan el acceso comunitario al agua, según las necesidades y condiciones locales.
En 2021, NIKE, Inc. completó dos proyectos de restauración hídrica en colaboración con The Nature Conservancy. En India, apoyamos un proyecto que transformó 30 hectáreas de tierras de labranza en zonas de riego por goteo en el estado de Maharashtra para beneficiar a 75 agricultores (17 de los cuales eran mujeres). Gayini Nimmie-Caira, 84 mil hectáreas de pantanos y vegas con biodiversidad en Murray Darling, Australia, ahora está legalmente registrada como área de conservación. Esta denominación restaura las zonas de herencia cultural y las plantas medicinales comestibles; le otorga la propiedad a la comunidad Nari Nari (los guardianes tradicionales de esa tierra); abre fondos vitalicios de conservación; y protege el hábitat de cientos de especies. Ampliaremos nuestra cartera de proyectos de restauración hídrica durante los próximos cinco años para alcanzar nuestro objetivo del 2025.